Ya sea que para
nosotros sea fácil o difícil tomar una decisión, no podemos evitar estar en esa
intersección en algún punto de nuestras vidas.
Personalmente me es complicado tomar decisiones. Tiendo a razonar mucho
hasta estar convencida que estoy tomando una buena decisión. Creo que para
algunas personas es mas fácil porque sus atributos personales los hacen ser mas
orientados a tomar riesgos y toman la decisión sin pensarlo mucho. Pero sea
cual sea el tipo de persona con el cual te identifiques, hay decisiones
cruciales que tomar.
La vida de los Hijos
de Dios sería mucho mas fácil si no tuviéramos que tomar decisiones, y si Dios
se encargara de todo. Sería tan sencillo decir
que lo vamos a dejar todo en Manos de Dios y así nos ahorraríamos el
esfuerzo que requiere tomar una decisión y su acción correspondiente. Sin
embargo, siempre me ha parecido interesante pensar que cuando Dios creó al
hombre y a la mujer les dio libre albedrío. Dios nos creó para tener comunión
con El, pero no nos programó como robots para que automáticamente le adoremos,
sino que nos dio la libertad para decidir adorarle, así como también libertad
para tomar otras decisiones.
Puedo pensar en un sin
fin de tipos de decisiones, pero en esta ocasión únicamente quiero enfocarme en
tres (3):
1.
Decidir
Perdonar
2.
Decidir Ser
Feliz
3.
Decidir
Obedecer
Decidir Perdonar
A diario vemos como las personas caminan con rencor debido a ofensas que
han recibido. Algunos incluso ponen a la persona que los ofendió en las “manos
de Dios”, oran por esa persona, pero no toman la decisión de perdonarle. En la parábola de los dos deudores Jesús hace
referencia a que si nosotros no perdonamos las faltas de nuestros hermanos,
Dios tampoco nos perdonará a nosotros
nuestros pecados y nos
entregará a nuestros enemigos (Mateo 18:23-35). En Lucas
6:37 vemos que funciona también viceversa: “No
juzguéis, y no seréis juzgados: no condenéis, y no seréis condenados: perdonad,
y seréis perdonados.” Viéndolo desde ese punto de vista, si me encuentro
en esa intersección donde debo escoger si seguir el camino de perdonar o el camino
de no perdonar, creo que es mejor no pensarlo dos veces. Nos va mejor si
decidimos perdonar. La inversión que se hace en perdonar es mínima comparada
con la ganancia que esto genera.
Decidir Ser Feliz
Cuando el Apóstol
Pablo menciona en I Tesalonicenses 5:16: “Estad siempre gozosos” acerta al
ordenar algo que trae numerosos beneficios.
Todos pasamos por pruebas o angustias, pero es nuestra decisión la
actitud que tomamos ante las situaciones que enfrentamos. Estar siempre gozosos es mantener una actitud de gozo sin importar
lo que estemos pasando. Ese gozo nos traerá fortaleza ante las pruebas (Nehemías
8:10). No solamente es un beneficio psicológico, ese gozo nos da fortaleza
física también; por otro lado, la tristeza nos debilita físicamente.
“Gran remedio
es el corazón alegre,
pero el ánimo decaído seca los huesos.”
(Proverbios 17:22)
Decidir Obedecer
Dios nos da la opción
de obedecer sus mandamientos o de apartarnos. Nos pone la opción de la vida o
de la muerte, de la bendición o la maldición. En mi caso prefiero pensar en
obedecer, en vivir, en ser bendecida y ser de bendición.
Deuteronomio 30:15-20
dice:
15 Mira,
yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;
16 porque
yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes
sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas
multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para
tomar posesión de ella.
17 Mas
si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares
a dioses ajenos y les sirvieres,
18 yo
os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre
la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella.
19 A
los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he
puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues,
la vida, para que vivas tú y tu descendencia;
20 amando
a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida
para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que
juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.
Confesión de Fe
Hoy
Dios te presenta una nueva oportunidad y te da esta opción:
“que
si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios
lo levantó de entre los muertos, serás salvo.” Romanos 10:9.
Es Tu Decisión.
Si decides vivir la vida de Dios repite
conmigo:
Padre Celestial, reconozco que he pecado,
pero me arrepiento. Hoy decido perdonar y soltar toda ofensa, decido ser feliz
sin importar las circunstancias y decido obedecer tu Palabra. Declaro que Jesús
es mi Señor y Salvador, quien murió y resucito y por medio de Quien soy salvo.
Dame sabiduría para tomar decisiones y te pido que Tu Santo Espíritu me acompañe
donde quiera que vaya para poder escoger la vida y no la muerte, la bendición y
no la maldición.
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