sábado, 1 de septiembre de 2012

Es Tu Decisión



Ya sea que para nosotros sea fácil o difícil tomar una decisión, no podemos evitar estar en esa intersección en algún punto de nuestras vidas.  Personalmente me es complicado tomar decisiones. Tiendo a razonar mucho hasta estar convencida que estoy tomando una buena decisión. Creo que para algunas personas es mas fácil porque sus atributos personales los hacen ser mas orientados a tomar riesgos y toman la decisión sin pensarlo mucho. Pero sea cual sea el tipo de persona con el cual te identifiques, hay decisiones cruciales que tomar.

La vida de los Hijos de Dios sería mucho mas fácil si no tuviéramos que tomar decisiones, y si Dios se encargara de todo. Sería tan sencillo decir  que lo vamos a dejar todo en Manos de Dios y así nos ahorraríamos el esfuerzo que requiere tomar una decisión y su acción correspondiente. Sin embargo, siempre me ha parecido interesante pensar que cuando Dios creó al hombre y a la mujer les dio libre albedrío. Dios nos creó para tener comunión con El, pero no nos programó como robots para que automáticamente le adoremos, sino que nos dio la libertad para decidir adorarle, así como también libertad para tomar otras decisiones.

Puedo pensar en un sin fin de tipos de decisiones, pero en esta ocasión únicamente quiero enfocarme en tres (3):
1.     Decidir Perdonar
2.     Decidir Ser Feliz
3.     Decidir Obedecer

Decidir Perdonar


A diario vemos como las personas caminan con rencor debido a ofensas que han recibido. Algunos incluso ponen a la persona que los ofendió en las “manos de Dios”, oran por esa persona, pero no toman la decisión de perdonarle. En la parábola de los dos deudores Jesús hace referencia a que si nosotros no perdonamos las faltas de nuestros hermanos, Dios tampoco nos perdonará a nosotros nuestros pecados y nos  entregará a nuestros enemigos (Mateo 18:23-35).  En Lucas 6:37  vemos que funciona también viceversa: No juzguéis, y no seréis juzgados: no condenéis, y no seréis condenados: perdonad, y seréis perdonados.” Viéndolo desde ese punto de vista, si me encuentro en esa intersección donde debo escoger si seguir el camino de perdonar o el camino de no perdonar, creo que es mejor no pensarlo dos veces. Nos va mejor si decidimos perdonar. La inversión que se hace en perdonar es mínima comparada con la ganancia que esto genera.



Decidir Ser Feliz


Cuando el Apóstol Pablo menciona en I Tesalonicenses 5:16: “Estad siempre gozosos” acerta al ordenar algo que trae numerosos beneficios.  Todos pasamos por pruebas o angustias, pero es nuestra decisión la actitud que tomamos ante las situaciones que enfrentamos. Estar siempre gozosos es mantener una actitud de gozo sin importar lo que estemos pasando. Ese gozo nos traerá fortaleza ante las pruebas (Nehemías 8:10). No solamente es un beneficio psicológico, ese gozo nos da fortaleza física también; por otro lado, la tristeza nos debilita físicamente.
“Gran remedio es el corazón alegre,
pero el ánimo decaído seca los huesos.” (Proverbios 17:22)

Decidir Obedecer


Dios nos da la opción de obedecer sus mandamientos o de apartarnos. Nos pone la opción de la vida o de la muerte, de la bendición o la maldición. En mi caso prefiero pensar en obedecer, en vivir, en ser bendecida y ser de bendición.

Deuteronomio 30:15-20 dice: 

15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;
16 porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.
17 Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres,
18 yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella.
19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;
20 amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar


Confesión de Fe 



Hoy Dios te presenta una nueva oportunidad y te da esta opción:

“que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.” Romanos 10:9.
Es Tu Decisión.

Si decides vivir la vida de Dios repite conmigo:
Padre Celestial, reconozco que he pecado, pero me arrepiento. Hoy decido perdonar y soltar toda ofensa, decido ser feliz sin importar las circunstancias y decido obedecer tu Palabra. Declaro que Jesús es mi Señor y Salvador, quien murió y resucito y por medio de Quien soy salvo. Dame sabiduría para tomar decisiones y te pido que Tu Santo Espíritu me acompañe donde quiera que vaya para poder escoger la vida y no la muerte, la bendición y no la maldición. 





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