(Como Perfume Derramado)
De muchas maneras Dios me ha bendecido y yo me he quedado callada. Es
como cuando sabemos que el tema que vamos a tocar ocasionaría una discusión polémica,
y pensamos dos veces antes de causar controversia. Evito la discusión callando
el tema.
También he tenido varios argumentos para prolongar ese silencio: no
todos sentirán alegría, ¿Qué tal si sienten envidia? ¿Qué tal si me critican?
Sin embargo, como Hijos de Dios estamos llamados a ser testigos, esto
es a compartir lo que Dios ha hecho y sigue haciendo en nuestras vidas con el
regalo de Jesús, la cruz, la resurrección, la salvación y el derramar de Su
Espíritu Santo.
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido
sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda
Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1.8)
Un arma poderosa contra las obras del enemigo es el testimonio, tal
como vemos en Apocalipsis:
“Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la
palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.” (Apocalipsis 12.11)
He aquí la gran pregunta: Callar o Testificar?
Metafóricamente – ¿Debería quedarme en mi silla hasta terminar la cena
de acuerdo al protocolo? o levantarme, tomar mi libra de perfume de nardo puro
y lavar los pies de Jesús con mi cabello sin temor a la critica, con tal de
agradar al Maestro?
“3 Entonces María, tomando una libra
de perfume de nardo puro que costaba mucho, ungió los pies de Jesús, y se los
secó con los cabellos, y la casa se llenó con la fragancia del perfume.
4 Y
Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que le iba a entregar, dijo*:
5 ¿Por
qué no se vendió este perfume por trescientos denarios y se dio a los pobres?
6 Pero
dijo esto, no porque se preocupara por los pobres, sino porque era un ladrón, y
como tenía la bolsa del dinero, sustraía de lo que se echaba en ella.
7 Entonces
Jesús dijo: Déjala, para que lo guarde para el día de mi sepultura.
8 Porque
a los pobres siempre los tendréis con vosotros; pero a mí no siempre me
tendréis.” (Juan 12:3-8)
María estaba tan agradecida por lo que Jesús había hecho por ella que
decidió derramar perfume costoso, que quizá tenia el valor del salario de un
año de aquellos tiempos. Lo que para algunos fue un desperdicio de perfume,
para Jesús fue una ofrenda agradable y trascendental. Derramar perfume es
testificar sin miedo al qué dirán, sin temor a la persecución, es Glorificar a
Dios con excelencia, es dar lo mejor que tenemos a Dios, es sacrificio, es
romper el protocolo, es adoración pura.
Una de las enseñanzas que recibí en un devocional aun estando en la
escuela fue la del perfume derramado. Tenía tal vez unos ocho a diez años. A
manera de ilustración, la maestra sacó un frasco de perfume y nos dijo que
nosotros somos vasijas en las manos de Dios. Que Dios nos llena de su gloria y
de su poder. Pero si nosotros tenemos nuestro frasco cerrado, no podremos
compartir lo que Dios ha hecho por nosotros; nadie podrá oler esa fragancia, el
propósito del perfume perdería su utilidad.
“Pero tenemos este tesoro en
vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de
nosotros”.
(II Corintios 4:7)
Lo interesante de este versículo
(4:7) que habla sobre el tesoro en vasos de barro, es que el contexto es sobre
ser luz predicando a Cristo, a pesar de la persecución, sabiendo que no estamos
desamparados.
(4:5-6)
“Porque no nos predicamos a
nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros
siervos por amor de Jesús.
Porque
Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que
resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la
gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
(4:7)
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del
poder sea de Dios, y no de nosotros,
(4:8) que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no
desesperados;”
El propósito de este blog es
romper mi silencio con el fin de compartir un poco de lo que Dios ha hecho en
mi vida, y lo que puede hacer en la tuya. Por eso se llama LIKE WASTED PERFUME
(Como Perfume Derramado). Para que con cada nota pueda hacer a un lado el temor y
testificar lo glorioso que Dios ha sido conmigo, dándole la Gloria que El se
merece, derramando mis dones como Perfume a los Pies del Maestro.
Espero que sea de bendición para
tu vida y que sea un canal para acercarte más a Dios.
Confesión de Fe:
“Por
tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros;
en nombre de Cristo os rogamos: ¡Reconciliaos con Dios!” (II Corintios
5:20)
Si no has conocido al Maestro
por el cual yo estoy dispuesta a derramar mi perfume, o si sabes de que te
hablo pero has callado todo este tiempo por temor al que dirán y has dejado de
predicar a Cristo, te invito a repetir esta oración con todo tu corazón:
Padre Celestial, perdona todo el
tiempo que te he dado la espalda, hoy me arrepiento y decido entregar mi vida a Ti. Confieso con mi boca que Jesús es Mi Señor y Salvador, quien por medio de
la Cruz, murió por mi, llevando mis pecados y por medio de Quien hoy soy salvo. Moldéame
como vasija de barro en tus manos para poder llevar el tesoro de tu evangelio a
aquellos que lo necesitan. Quita todo temor y atadura para que yo pueda libremente derramar perfume que sea agradable ante Tus Ojos y honrarte con mi testimonio donde quiera que vaya. Amén.
