sábado, 25 de mayo de 2013

Decoupage Espiritual?






Uno de los mayores problemas de la iglesia de hoy es que tratamos de hacer un “Decoupage Espiritual”. Un decoupage es básicamente una obra de arte creada de varios recortes que fueron juntados en una superficie. Estamos acostumbrados a “recortar” versículos o pasajes de la Biblia y pegarlos en nuestro canvas de creencias a conveniencia. Elegimos lo que aplica a nuestra situación particular, pero no aceptamos toda la Palabra de Dios...decidimos creer solamente las partes de la Biblia que nos conviene creer, pero evitamos aquellos versículos que realmente nos confrontan.

Particularmente en nuestro días, la iglesia evita ofender o hacer cosas que se consideran políticamente incorrectas, como por ejemplo, el manifestar del Espíritu Santo, el hablar en lenguas, el imponer manos y orar por los enfermos,
El problema es que estamos evitando la razón de ser de la iglesia!

La iglesia nació con el mover del Espíritu Santo. Hace una semana se conmemoraba el día del Pentecostés, durante esta festividad, estando reunidos los apóstoles luego de la ascensión de Jesús, unánimes todos con unas 120 personas, el Espíritu Santo descendió  y marcó el nacimiento de la iglesia.

(Hechos 2:2-4)

Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

La gente se maravillaba y quedaba atónita, incluso algunos creían que estaban ebrios, pero Pedro explicó que ese hecho marcaba el cumplimiento de la promesa del Espíritu Santo:

(Hechos 2:17-21)
17 
Y en los postreros días, dice Dios,
Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,
Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;
Vuestros jóvenes verán visiones,
Y vuestros ancianos soñarán sueños;
18 
Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días

Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.
19 
Y daré prodigios arriba en el cielo,
Y señales abajo en la tierra,
Sangre y fuego y vapor de humo;
20 
El sol se convertirá en tinieblas,
Y la luna en sangre,
Antes que venga el día del Señor,
Grande y manifiesto;
21 
Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

Así fue como comenzó la iglesia. Lo siguiente fue repartir el bautismo del Espíritu Santo, por medio de la imposición de manos, como vemos por ejemplo en Hechos 8:

14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan;
15 los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo;
16 porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.
17 Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.

En nuestro días, se está evitando imponer manos, orar en lenguas, orar por los enfermos, y en general la manifestación del Espíritu Santo.

Está bien que tomemos ciertos versos de la Biblia como promesas, yo lo he hecho muchas veces y me gusta hacerlo, incluso en el interior de mi closet en casa, tengo varios versículos que me recuerdan las promesas que Dios ha hecho. Lo que no puedo entender es como alguien que lee la misma Biblia que yo leo, y que cree en el mismo Cristo que yo creo, critica cuando se imponen manos, se ora en lenguas o se ministra la manifestación del Espíritu Santo. Solo puedo decir: Escrito está… el que tenga oídos para oír que oiga. 

Tengamos cuidado de no estar haciendo de nuestra vida un decoupage espiritual, recortando partes la Palabra de Dios que nos gustan y desechando parte de la Palabra de Dios que decidimos no creer o que preferimos no demostrar para buscar agradar o no ofender a las personas a nuestro alrededor en lugar de buscar agradar a Dios. Por ejemplo, especialmente siendo adolescentes, nos da pena levantar las manos o que oren por nosotros, porque nos preocupa que vayan a pensar las personas a nuestro alrededor, no digamos si oramos en lenguas. 

Una de las cosas más difíciles de la madurez espiritual es lograr estar 100% seguros que no basamos nuestras acciones simplemente en lo que piensan las personas a nuestro alrededor, y estar 100% seguros que basamos nuestras acciones en lo que agrada a Nuestro Padre y Señor.