jueves, 17 de enero de 2013

Ser Como Niños





Mateo 18:1-5

 "En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?
Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos,
y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.
Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe."

Alguna vez te has preguntado ¿Por qué Jesús indica que hay que ser como niños para entrar en el reino de los Cielos?
Si! Como niños! Esos que te desarreglan la sala, que se les antoja comer justo cuando acabaste de limpiar el comedor J Que van a tu cuarto en la mañana (o casi madrugada) a despertarte porque ya salió el sol, que patalean y gritan si no les das lo que quieren… como niños! Aunque no lo creas, tenemos tanto que aprender los niños!

Esta mañana mi primita de 3 añitos se puso a llorar porque le di una mandarina, pero no se la di como a ella le gusta. Quince minutos después, me vio pasar hacia la cocina y me regaló una auténtica, hermosa sonrisa! Esto fue lo que me hizo recordar el día de hoy lo importante que es ser como niños. Los niños se enojan, patalean, hacen “berrinche,” pero eso no significa que ya no te quieren, sus sentimientos son puros, al poco tiempo te abrazan y te regalan esa hermosa sonrisa! Los adultos, en cambio, ni siquiera aceptamos una “crítica constructiva” porque ya nos ofendemos, damos la espalda, nos alejamos, maquinamos pensamientos de venganza, guardamos resentimientos por lo que pasó hace 10 años, etc. O … me ha pasado solo a mi? J

Si! pasa! Pero lo diferencia es que ahora el Espíritu Santo me redarguye y ya no me deja desearle mal a nadie, ni tan siquiera que se me cruce un pensamiento como esos, porque me exhorta… o me disciplina … ouch!

Salmo 51:10-12 dice:
"Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
No me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.
Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente."

La Palabra de Dios nos recuerda que debemos tener el corazón inocente de un niño para amar, para ser auténticos, ser humildes, para aprender, para perseverar, y para perdonar!

Hoy Seamos como niños. Dejemos a un lado las dobles caras y seamos auténticos. Aprendamos a escuchar y aprender aun de lo que no nos gusta. Seamos humildes. Dejemos a un lado la ofensa. Perseveremos en nuestros trabajos, estudios, salud y demás metas. Tengamos un corazón puro.

Confesión de Fe 


Padre Celestial, hoy vengo delante de ti y me humillo como un niño ante Tu Presencia. Reconozco que necesito a Jesús como mi Señor y Salvador, y al Espíritu Santo para que me exhorte, me instruya y me redarguya a ser como niño. Hoy decido perdonar toda ofensa y te pido que me des un corazón limpio, puro e inocente, que mi espíritu sea recto y noble. Gracias Señor porque por medio del sacrificio de Jesús quien murió por mis pecados e iniquidades hoy puedo dejar atrás mis faltas y pedir un corazón limpio. Gracias Señor porque Jesús resucitó y juntamente con El, hoy resucita todo lo que estaba muerto o en tinieblas en mi vida. Amén. 

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